El corte por láser tiene muchas formas. Una de ellas -y la que usamos nosotros- es el láser de fibra.

Todo comienza con un diodo láser, básicamente una linterna muy poderosa, que emite luz a través de fibra óptica, amplificándola. La luz es entonces reflejada por espejos, amplificándola aún más, para luego pasar por una lentilla que concentra la luz en un rayo con un diámetro de menos de 0.2mm. El rayo de luz se convierte en calor al impactar el material, evaporándolo instantáneamente.

A su vez, nitrógeno es usado para limpiar los restos, exponiendo el impecable corte trazado por un brazo robotizado de precisión sobrehumana.

El sistema puede cubrir una gran variedad de espesores de acero inoxidable, acero al carbono y procesos de corte de aluminio con precisión y calidad de corte fina.

También contamos con el corte de tubo por láser, una tecnología comúnmente usada en la industria del mueble y automovilística. La calidad en el acabado y los niveles de precisión en el corte láser es muy superior al corte tradicional, como, por ejemplo, del disco de corte.

Su precisión permite multitud de formas de corte y detalles como agujeros, además de optimizar mejor el material y no necesitar otras operaciones adicionales, como el perforado o punzonado.